8/09/2007 14:17
Acabé escuchando The Passenger de Iggy Pop sin quemar ningún disco
Casi una semana llevo tratando de quemar un disco, ya van varias tracklists que no acaban de cuajar, por una cosa u otra, siempre algo me dice que el tracklist que estoy a punto de quemar no será un disco memorable... aunque la contradicción de crear un disco memorable dentro de un disco re-grabable es notable... será memorable por siempre o por el par de semanas que tenga el mismo tracklist quemado con láser en sus entrañas de fibras.
La mayoría de los que me conocen saben que soy muy especial a la hora de escoger mi música... una vez en un test de internet (hace ya unos años... huuu si, test d internet...)) obtuve como resultado ser un Hitler musical, por la falta de tolerancia hacia los gustos de los demás... sin embargo, creo que mi pequeño Hitler dejó de pensar en los holocaustos musicales, no sé si es porque ya no me importa lo que los demás pongan en sus oídos o simplemente porque yo puse en los míos cosas que creí que jamás escucharía y eso me dio una nueva humildad musical... supongo que habrá quien no me creerá, pero acaso es lo mismo atacar sin piedad a quien escucha rebelde que a quien escucha a... no sé... sólo sé que espero que quienes escuchan rebelde lleguen algún día a escuchar a alguien más... espero que sea un largo proceso de aprendizaje por varios años de melomanía obsesiva compulsiva.
Ya me desvié del tema... estaba explicando la dificultad de hacer un mix-album completamente coherente y sobretodo memorable. Un tracklist que no sea el “The Greatest” de Cat Power en un orden diferente, un album que pretenciosamente “reconforte” a quien lo escuche, un tracklist del que solo tengo un par de tracks bien establecidos. El “por qué” de la dificultad radica principalmente en mi cerebro, en la imposibilidad de poner en el mismo disco el cover de Beth Orton a Wild World de Cat Stevens junto a Empire de Kasabian. “¡es solo un disco dirán unos, un disco RE-GRABABLE!”, y estarán en lo correcto, sin embargo (porque siempre hay un “sin embargo” o un “pero”)... mi ambición no se limita a quemar un disco re-grabable, sino a crear un tracklist memorable, y es justamente ahí donde el problema empieza a llenarse de derivaciones venosas, porque un tracklist olvidable es fácilmente realizable... ¡ah! Además debe ser un tracklist reconfortante, utilizando “reconfortante” como sinónimo de canciones con cierto aire folk, calmaditas, de tarde lluviosa o noche de estrellas fugaces en sobre el pasto que no me acostado, de esas que escuchas cuando estas triste y solo y quieres sentirte mejor, esas son las canciones que quiero poner, por eso no puedo meter a Bloc Party en mi tracklist, porque ellos son para el disco lleno de energía para gritar y bailar y brincar y hacer hervir las fibras rockeras de mi cerebro; ese es un disco donde metería a The Clash y a los Arctic Monkeys, es un tracklist donde quizá si entraría Empire de Kasabian, sin embargo, ese no es el tracklist que quiero en este momento, no es el tracklist que he querido desde hace ya unas semanas, porque estoy en un ánimo de folk, en un ánimo de reconforte.
Creo que “The Chain de Fleetwood Mac si entrará en el tracklist final, al igual que “New Slang” de The Shins, habrá canciones de Cat Power y Tracy Chapman, de Ryan Adams y una de Damien Rice, no sé si entrará Liz Phair, tampoco sé aún si “Bagatelle” de Yann Tiersen logre colarse, no sé qué canción de Bob Dylan entrará... y es en este momento donde la lista vuelve a complicarse, porque no sé qué canción de cada quien meter (me hice el propósito de meter sólo una de cada uno)... Esta lista me va a volver loca, pero no quiero que al final el disco se quede en blanco, quiero que sean 21 canciones que llenen de los pies a la punta del pelo de ese no-sé-qué-que-qué –sé-yo equivalente al caldo de pollo para la gripa. Todo este lío es culpa de Sons and Daughters, porque ellos le abrieron la puerta a Ryan Adams y la curiosidad de eso mismo y un documental se la abrieron a Bob Dylan, y ahora ya escucho a Bright Eyes.