Recuerdas el esfuerzo, no es mucho, sin embargo es suficiente para que después de doscientas pasadas el cuello quede adolorido...
Recuerdas lo que se siente hacer algo con tus manos, sentir la tinta que se escapa entre los dedos, su color y su textura...
Recuerdas lo que es el trabajo terminado, y la sensación de serenidad...
Recuerdas lo que es reconciliarse, y tomarle el gusto a algo que creías odioso...
Recuerdas lo que es amar lo que haces, que aunque te quejes de él y alguien te ofrezca hacerlo por ti... no lo dejas, ya que secretamente te encanta hacerlo...
Recuerdas lo que es sentirse especial... y esa sonrisa que sale en cada impresión...
Serigrafía... estamos en paz... todavía huelo a ti...